El presidente llenó su cuenta de X con mensajes sobre Gaza y Palestina, pero guarda silencio frente a masacres, ataques a la Fuerza Pública y la expansión criminal en Colombia.
En un hecho que desató una tormenta política, el presidente Gustavo Petro dedicó más de 22 mensajes en su cuenta de X a la situación de Palestina en apenas 24 horas, mientras en Colombia se multiplican las masacres, los ataques armados y la consolidación de grupos criminales en los territorios. El mandatario incluso compartió una imagen creada por inteligencia artificial en la que aparece vestido como líder palestino, acompañado de la bandera de ese país, y con la frase “Del pueblo yemení”.
El problema no es solo el volumen de publicaciones, sino el contraste con la realidad nacional. En la vereda Samaria, del municipio de Palestina (Huila), un ataque armado dejó cuatro muertos y seis heridos. El hecho causó indignación nacional, pero no mereció ninguna reacción pública del presidente. Lo mismo ocurre con las ofensivas violentas en Cauca, Nariño, Norte de Santander, Arauca y Chocó, donde disidencias de las Farc, el ELN y bandas criminales han intensificado su accionar en los últimos meses.
“Presidente Petro, mientras usted insiste y vive hablando de Palestina, olvida la Palestina que existe en Colombia y que está en el Huila”, le recriminó el representante Julio César Triana, de Cambio Radical. Sus palabras reflejan el malestar de quienes ven en el presidente un líder más preocupado por conflictos internacionales que por las tragedias que golpean a los colombianos.
Los informes de la Defensoría del Pueblo advierten que el deterioro del orden público bajo el actual gobierno es alarmante: masacres, secuestros, asesinatos de líderes sociales y ataques contra la Fuerza Pública se acumulan semana tras semana. Aun así, el jefe de Estado insiste en centrar su discurso en Gaza, llegando incluso a proponer en la Asamblea General de la ONU la creación de un “ejército internacional” para liberar Palestina de la ocupación israelí.
La propuesta generó reacciones inmediatas. El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, aseguró que “hay tropas colombianas dispuestas a cumplir la eventual orden presidencial”, en referencia al batallón desplegado en Medio Oriente como parte de la fuerza multinacional de paz de la ONU. La sola idea de involucrar a Colombia en un conflicto externo, mientras en el país la violencia interna se desborda, despertó críticas desde todos los sectores.
La exministra Susana Muhamad también alimentó la polémica al escribir en X sobre la movilización en solidaridad con Palestina, en lugar de pronunciarse sobre los hechos de violencia interna. “Apoyo la movilización hacia la ANDI como parte de la movilización de solidaridad mundial”, escribió, generando aún más cuestionamientos sobre las prioridades del Gobierno.
Las críticas se multiplican: mientras el presidente y parte de su gabinete concentran esfuerzos en denunciar lo que llaman “genocidio en Gaza”, las masacres en el Huila, la violencia en el Cauca, el secuestro de uniformados y el fortalecimiento de estructuras criminales en múltiples regiones parecen no existir para el Ejecutivo. En redes sociales ciudadanos recuerdan que incluso hay 40 colombianos detenidos en Venezuela sin garantías procesales, a quienes el Gobierno Petro tampoco les dedica atención ni apoyo diplomático.
“Petro habla de Palestina como si fuera presidente de Medio Oriente, mientras Colombia arde en violencia y sangre. Su silencio frente a la crisis nacional es un abandono inaceptable de su responsabilidad”, señalan críticos de la oposición.
La desconexión del presidente con la realidad nacional no solo preocupa a la ciudadanía, también profundiza la percepción de un mandatario más enfocado en protagonizar causas internacionales que en enfrentar la crisis de seguridad que desangra al país.
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