El robo de una caja fuerte con joyas, relojes de lujo y dinero en efectivo en la finca de Greeicy Rendón en Llanogrande (Antioquia) derivó en un escándalo judicial que hoy tiene a su padre, Luis Alberto Rendón, en casa por cárcel. La Fiscalía lo señala como presunto determinador de torturas contra dos empleados inocentes.
Lo que comenzó como una denuncia por hurto en la finca familiar de Greeicy Rendón terminó convertido en un caso judicial de violencia, lujo y excesos. La historia, que hoy ocupa los titulares de la justicia penal colombiana, tiene como protagonista a Luis Alberto Rendón, padre de la cantante, quien fue capturado e imputado por el delito de tortura agravada tras la brutal agresión a dos trabajadores acusados sin pruebas de robar una caja fuerte.
De acuerdo con la Fiscalía General de la Nación, Rendón denunció la desaparición de un cofre metálico que guardaba un verdadero tesoro: 150.000 dólares, más de 12.000 euros, un millón de pesos en efectivo, joyas con diamantes y esmeraldas, y varios relojes de lujo. Entre los objetos más valiosos estaban dos Rolex de 75 millones cada uno, un Cartier con incrustaciones de diamantes y una exclusiva pieza conocida como la Pantera de Cartier, valorada en cerca de 100 millones de pesos. El inventario también incluía un dije de esmeralda y unos aretes de diamantes, lo que elevaba el valor total de la caja a más de mil millones de pesos.
“Los hombres fueron golpeados y sometidos a actos crueles durante horas mientras se les exigía revelar el paradero del dinero y las joyas”, confirmó la Fiscalía General de la Nación, al describir la sevicia con la que actuaron los agresores en la finca de Llanogrande.
La investigación reveló que los dos empleados fueron secuestrados y torturados con armas, golpes y amenazas por parte de un grupo de hombres contratados presuntamente bajo órdenes de Rendón. Los hechos ocurrieron el 8 de mayo de 2023, cuando las víctimas fueron amarradas, golpeadas y sometidas a métodos de asfixia y agresión física para obtener una confesión inexistente. La Fiscalía sostiene que no hay evidencia alguna que vincule a los trabajadores con el robo, y que los actos violentos fueron ejecutados con total desproporción y crueldad.
El caso no solo destapó un crimen atroz, sino también el nivel de riqueza y ostentación en el entorno familiar de la cantante. La finca, ubicada en el exclusivo sector de Llanogrande (Rionegro), fue escenario de los hechos que ahora investigan varios despachos judiciales. Hasta la fecha, no se ha recuperado ninguno de los bienes robados, y la Fiscalía confirmó la desaparición de material probatorio clave, incluyendo videos de seguridad y registros de llamadas, lo que complica la reconstrucción del caso.
La investigación penal avanza con cinco personas capturadas, entre ellas Luis Alberto Rendón, quien cumple medida de aseguramiento domiciliaria mientras enfrenta los cargos de tortura agravada y secuestro simple. El escándalo, además de exponer un entramado de violencia en el entorno privado de una de las artistas más reconocidas del país, deja interrogantes sobre la cadena de custodia perdida y el silencio en torno al destino de la caja fuerte que nunca apareció.
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