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La gobernadora del Valle acusó al congresista Duvalier Sánchez de hostigamiento, estigmatización y ataques personales con sesgo de género, y anunció que lo llevará ante la justicia bajo la Ley 2453 de 2025.
La gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, no se quedó en silencio ante lo que considera una campaña sistemática de acoso en su contra. Luego del debate de control político convocado por el congresista Duvalier Sánchez en la Comisión Primera de la Cámara, la mandataria fue enfática: el legislador está utilizando su curul para violentar, hostigar y estigmatizar a una mujer gobernadora, en plena coyuntura electoral.
Toro recordó que el Congreso no tiene competencia legal para citar a un gobernador en debates de control político, pues esa función corresponde a las asambleas departamentales. Aun así, Sánchez insistió en convertir la citación en un espectáculo mediático cargado de insultos y señalamientos, lo que para la mandataria constituye violencia política de género. “Se trata de un hostigamiento persistente y sistemático que no solo me agrede como dirigente, sino como mujer”, señaló en un comunicado.
El comportamiento de Sánchez, que incluye calificativos como “mafiosa” y “saqueadora” dirigidos a la mandataria y a su movimiento político, fue cuestionado incluso por otros actores políticos. La diputada Lina Segura lo acusó de negar la existencia de violencia política de género, mientras recurría a un lenguaje cargado de odio y misoginia contra la gobernadora. A esto se suman acciones directas como increparla con megáfono en la sede de la Gobernación y perfilarla en redes sociales con mensajes de desprestigio.
La gobernadora anunció que acudirá a la justicia para denunciar estas conductas bajo la Ley 2453 de 2025, la primera norma en Colombia diseñada para sancionar la violencia política contra las mujeres. “Seguiremos buscando todos los canales institucionales para demostrar que la violencia que el representante Duvalier Sánchez ejerce es violencia política contra la mujer y que sus ataques tienen un sesgo de género”, ratificó la secretaria General de la Gobernación, Liza Rodríguez.
Lo que quedó claro tras el episodio es que este no fue un debate sobre corrupción o regalías, como Sánchez intentó presentarlo. Fue un escenario de ataque personal contra una mandataria que ha demostrado independencia y liderazgo, y que hoy enfrenta una violencia política evidente, ejercida desde una curul parlamentaria con claros tintes de misoginia. Dilian Francisca Toro no solo rechazó el intento de desprestigio, sino que dio un mensaje contundente: no permitirá que se normalice la violencia política de género en Colombia.
