La exsenadora y excandidata presidencial, víctima de uno de los secuestros más sonados de Colombia, calificó como “indignante, humillante y una burla” la decisión de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), que condenó a los cabecillas de las Farc a ocho años de sanción propia sin cárcel por más de 21.000 secuestros.
Íngrid Betancourt, secuestrada durante más de seis años por las extintas Farc y símbolo internacional del dolor causado por el secuestro, arremetió con dureza contra la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). La política calificó como una “burla” y una “humillación” la sentencia emitida contra siete exjefes guerrilleros responsables de miles de secuestros en el país. Para ella, la decisión “favoreció” a los criminales y dejó a las víctimas en el abandono.
En entrevista con AFP desde Francia, donde reside, Betancourt expresó: “Me sentí indignada, me sentí humillada, burlada. Es una burla para todas las personas que estuvimos secuestradas. Cuando uno mira la sentencia y ve el listado de penitencias que les aplican, es indignante”. Su crítica se centró en el hecho de que los excomandantes no cumplirán condena en prisión, sino que deberán realizar trabajos restaurativos como búsqueda de desaparecidos, desminado y acciones simbólicas.
La JEP encontró responsables a Rodrigo Londoño (alias ‘Timochenko’), Pastor Alape, Joaquín Gómez, Pablo Catatumbo, Carlos Antonio Lozada, Rodrigo Granda y Jaime Parra por crímenes de guerra y de lesa humanidad asociados a más de 21.000 secuestros. Entre ellos se encuentra el de Betancourt, raptada en 2002 cuando hacía campaña presidencial y convertida en la cara más visible del horror de este flagelo. No obstante, la sanción propia impuesta —ocho años de restricción de movilidad con monitoreo electrónico— fue recibida por las víctimas como un insulto a su dolor.
Betancourt recordó que las víctimas aceptaron el acuerdo de paz de 2016 con la condición de que hubiera sanciones reales, aunque no fueran penas de prisión ordinaria. Sin embargo, consideró que los compromisos fueron incumplidos: “Nunca aceptamos que no cumplieran una condena con pérdida de libertad”. Para la dirigente, lo que hoy existe es impunidad disfrazada de reparación. Su indignación se acrecentó al ver que, pese a la magnitud de los crímenes, los máximos responsables quedaron sin cárcel, lo que a su juicio “doblegó al Estado” y benefició a los victimarios.
En declaraciones a la W Radio y otros medios, Betancourt enfatizó que el secuestro arruinó años de su vida y de la vida de sus hijos. “Se llevan los mejores años, no solamente de mi vida, sino de la vida de mis hijos. No puede simplemente pasarse la página sin que la sociedad condene y entienda”, señaló. También denunció que hoy en Colombia se registran más secuestros que en el momento de su liberación, un retroceso que hace más dolorosa la decisión de la JEP.
Finalmente, la exsenadora anunció que acudirá a instancias internacionales como la Corte Penal Internacional (CPI) para buscar que se revoque el fallo. “Esta no es una historia que se cierra aquí. Los magistrados de la JEP tienen un sesgo a favor de las Farc, y esto es muy grave”, sentenció. Para Betancourt, la sentencia no solo es un agravio personal, sino una afrenta directa a todas las víctimas del secuestro en Colombia.
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