Sandra Tatiana Mosquera Mosquera fue capturada e imputada por homicidio agravado y hurto calificado; la Fiscalía sostiene que habría ejecutado un patrón criminal contra sus parejas sentimentales.
El municipio de Anserma, en Caldas, quedó estremecido tras conocerse el expediente contra Sandra Tatiana Mosquera Mosquera, una mujer que hoy enfrenta acusaciones por homicidio agravado y hurto calificado. Según la Fiscalía General de la Nación, al menos tres de sus excompañeros sentimentales habrían muerto en circunstancias violentas, configurando un patrón criminal que la convirtió en sospechosa principal de una serie de crímenes macabros.
El caso más contundente ocurrió el 21 de abril de 2024. Esa noche, la pareja de Sandra salió de un billar rumbo a la vivienda que compartían. Nunca volvió a aparecer con vida. Días después, su cuerpo fue hallado en partes: algunos restos fueron abandonados en el sector conocido como El Tulfor y otros bajo el puente Lázaro. Medicina Legal determinó que la víctima fue golpeada, apuñalada y luego desmembrada. Las autoridades establecieron que los restos fueron sacados de la vivienda en dos maletas y que Sandra se habría quedado con la motocicleta de su compañero sentimental.
La brutalidad del crimen activó las alarmas de los investigadores, quienes decidieron revisar el pasado de la mujer. Allí surgieron coincidencias con otros dos casos en Pereira y Santuario, Risaralda, donde exparejas de Mosquera también murieron de manera violenta. Aunque la Fiscalía no ha revelado todos los detalles de esos hechos, las coincidencias llevaron a unificar las pesquisas en un solo expediente.
El rastro de violencia y los hallazgos forenses permitieron a la Fiscalía capturar a Mosquera, imputarle cargos y enviarla a prisión preventiva. El ente acusador sostiene que, además de los homicidios, existe evidencia de hurto, pues la mujer habría retenido bienes de las víctimas tras sus muertes. Este elemento refuerza la hipótesis de que no se trata de hechos aislados, sino de un patrón sistemático de crímenes cometidos contra sus parejas.
“El Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses estableció que esta persona fue sometida a golpes y lesiones con arma cortopunzante hasta provocarle la muerte. Otras evidencias indican que fue desmembrada y sacada de la vivienda en dos maletas”, precisó la Fiscalía en su comunicado.
La comunidad de Anserma y de otros municipios del Eje Cafetero permanece conmocionada ante el caso. Lo que comenzó como rumores sobre la vida privada de Mosquera terminó convirtiéndose en un expediente penal con pruebas contundentes. Ahora, la justicia deberá determinar si en efecto existió un modus operandi en serie y cuáles fueron las motivaciones detrás de los crímenes. El proceso judicial podría sentar un precedente sobre violencia de pareja y feminicidios en reversa, un fenómeno poco documentado en el país.
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