Las vallecaucanas Dilian Francisca Toro y Clara Luz Roldán, han sido clave en el posicionamiento de las mujeres en la política. A través de sus liderazgos, han abierto espacios y brindado ejemplo a otras mujeres para que se atrevan a asumir altos cargos públicos, rompiendo barreras históricas y sociales.
El camino hacia el posicionamiento de las mujeres en el ámbito político ha sido desafiante, pero innegablemente transformador. En los últimos años, dos mujeres han dejado una huella indeleble en la política del Valle del Cauca: Dilian Francisca Toro y Clara Luz Roldán, ambas miembros del Partido de la U. Estas mujeres, en sus respectivos periodos como gobernadoras, han demostrado que con persistencia, organización y atención a los cuidados —características tradicionalmente femeninas— es posible cambiar el rumbo de un departamento y empoderar a las mujeres.
La historia de Dilian, quien asumió la gobernación en 2016, no ha sido fácil. Ella fue la primera mujer en llegar a dicho cargo, lo que representaba un reto en un espacio históricamente dominado por hombres. Sin embargo, su experiencia fue marcada por las dudas que surgieron en sus primeras aspiraciones. En el año 2000, cuando se postuló por primera vez, fue objeto de rechazo por estar embarazada. Toro recuerda cómo incluso su madre rezó para que no quedara elegida, temiendo que no pudiera atender su bebé si lograba el cargo. Este tipo de discriminación era común en la época, pero ella continuó adelante.
Clara también compartió su experiencia personal en el ámbito político, donde al principio tuvo que lidiar con el peso de combinar sus responsabilidades profesionales con el cuidado de su familia. “Cuando empecé a hacer política, yo me tenía que llevar los niños para todas partes. Sí iba a una reunión política, era yo con mis dos muchachos”, relató Roldán. Esta imagen de la madre trabajando y al mismo tiempo ejerciendo el liderazgo político ha sido un símbolo de la lucha que muchas mujeres enfrentan al entrar en política.
A pesar de los obstáculos, Toro y Roldán han promovido la educación, la capacitación y el ejemplo como factores clave para el empoderamiento de las mujeres. Ambas coinciden en que las mujeres deben entender que, para alcanzar los grandes cargos, deben formarse adecuadamente, ya sea a través de especializaciones o doctorados. Toro destacó que el ejemplo es fundamental, ya que demuestra que sí es posible alcanzar estas posiciones.
Una de las leyes clave que ha impulsado la participación femenina en el ámbito político es la Ley de Cuotas de 2000, que establece que al menos el 30% de los cargos públicos deben ser ocupados por mujeres. Esta ley ha sido un pilar fundamental para abrir las puertas a más mujeres en el gobierno y otros espacios de poder. Además, Dilian, en su tiempo como senadora, impulsó una ley que exige que las listas de los partidos políticos tengan un mínimo del 30% de mujeres para cargos de elección popular. Esto ha permitido una mayor representación y la posibilidad de que las mujeres accedan a posiciones de liderazgo.
A lo largo de su carrera, también ha trabajado en cuatro temas que considera cruciales para la transformación de la sociedad: fortalecer la autoestima de las mujeres en una cultura machista, promover la educación igualitaria, fortalecer las instituciones encargadas de la equidad de género y promover el empoderamiento económico de las mujeres.
Además de sus esfuerzos por posicionar a más mujeres, ambas gobernadoras han trabajado para erradicar la violencia contra las mujeres en la política. Dilian ha sido pionera en la creación de un protocolo de prevención y orientación de violencia contra la mujer en la política, una medida clave para proteger a las mujeres que deciden lanzarse a cargos públicos. Clara, por su parte, ha destacado la dificultad de convencer a las mujeres para que participen en listas políticas debido a las responsabilidades domésticas que muchas veces recaen sobre ellas.
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