La ministra Ángela María Buitrago reveló que menores en Chocó prefieren quitarse la vida antes de caer en manos de grupos armados. Denuncian un incremento alarmante del reclutamiento forzado en varias regiones.

Una espeluznante denuncia sacudió a Colombia este lunes cuando la ministra de Justicia, Ángela María Buitrago, advirtió que niños y adolescentes en el Chocó se estarían suicidando para evitar ser reclutados por grupos armados ilegales. En una entrevista con Noticias RCN, la alta funcionaria reveló que la situación en ese departamento es insostenible y que el reclutamiento forzado ha llegado a niveles atroces, convirtiéndose en un drama humanitario que el Estado no ha podido frenar.

«Se ha exacerbado el tema del reclutamiento en algunas zonas. Chocó, por ejemplo, es un tema donde nos preocupa muchísimo y hemos conocido hechos que llevan a que los niños se suiciden con tal de no ser reclutados», afirmó la ministra.

Esta no es la primera vez que se reportan casos de menores atrapados en la guerra sin salida. En el Cauca, otro epicentro de la violencia, un sobreviviente de una masacre en la que nueve menores fueron asesinados narró la brutalidad de los hechos:

«Mis compañeros tenían entre 13 y 14 años. Les amarraron los pies y les dispararon», relató la víctima a SEMANA.

Las comunidades indígenas y campesinas han denunciado el reclutamiento forzado como una práctica sistemática por parte de disidencias de las FARC, el ELN y bandas del narcotráfico, que ven en los menores carne de cañón para sus guerras.

La Defensoría del Pueblo ha encendido las alarmas sobre la expansión de estos grupos en territorios como Chocó, Cauca, Nariño y Putumayo, donde los niños son obligados a empuñar armas bajo amenaza de muerte.

La ministra Buitrago hizo un llamado urgente para que el Gobierno y las instituciones tomen medidas inmediatas y frenen esta tragedia que sigue cobrando vidas. Sin embargo, la realidad es que la presencia estatal en estas zonas es mínima, dejando a las comunidades desprotegidas y a merced de la violencia.

Mientras tanto, organismos de derechos humanos han exigido acciones concretas como:

• Mayor presencia de la Fuerza Pública en zonas de alto riesgo.
• Implementación de programas de prevención y protección infantil.
• Sanciones ejemplares a los responsables del reclutamiento forzado.
• Atención psicológica y social a las comunidades afectadas.

El drama del reclutamiento infantil en Colombia no puede seguir ignorándose. Cada día que pasa, más niños son asesinados, desaparecidos o arrastrados a la guerra.