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Los ocho líderes sociales y religiosos fueron fotografiados por sus captores antes de ser asesinados. Las imágenes encontradas en el celular de un disidente llevaron a la ubicación de la fosa común.
La masacre de ocho líderes cristianos y sociales en Calamar, Guaviare, tiene un nuevo capítulo macabro: fotografías de las víctimas con vida, minutos antes de ser ejecutadas, fueron halladas en el celular de un disidente de las Farc capturado por las autoridades. La imagen, cruda y reveladora, muestra a cinco de los desaparecidos sentados sobre una banca improvisada, bajo un techo plástico, mirando con resignación a la cámara. Era su última foto con vida.
Las víctimas, integrantes de los concilios evangélicos Cuadrangular y Alianza de Colombia, desaparecieron desde el pasado mes de abril. Según la Fiscalía General, los primeros en ser citados fueron James Caicedo y Óscar García, trasladados en lancha a una zona selvática por orden de las disidencias del Frente Armando Ríos. Tres días después, otros seis líderes fueron también citados y nunca regresaron.
La masacre fue ejecutada por órdenes del círculo de confianza de alias Iván Mordisco, máximo cabecilla del Estado Mayor Central. Las víctimas fueron acusadas sin pruebas de tener vínculos con el ELN. En realidad, se trataba de líderes comunitarios provenientes de Arauca, que organizaban cultos y actividades agrícolas en el Guaviare. Según la Fiscalía, fueron engañados con una supuesta citación para un interrogatorio, y luego obligados a cavar la fosa donde serían enterrados.
“El hallazgo se originó en la activación de mecanismos de búsqueda urgente el pasado mes de abril, ante la denuncia que dio cuenta de la citación de estas personas por parte del frente primero Armando Ríos”, indicó la Fiscalía.
El responsable directo de la masacre sería Wainer Javier Valencia, alias Wainer, quien forma parte del anillo cercano de Iván Mordisco. Se inició en el ELN en 2007, luego pasó a la disidencia de Oliver Sinisterra y desde 2025 lidera el Frente Armando Ríos. Su historial incluye entrenamientos en explosivos, mando y milicia. Las autoridades señalan que opera entre las riberas del Vaupés, Apaporis y Unilla, en los municipios de Calamar y Miraflores.
El alcalde de Calamar, Cataño, decretó duelo hasta el 3 de julio y convocó a la ciudadanía a manifestarse en el parque principal para rechazar la barbarie. “Es momento que el Gobierno mire a Guaviare. Nos sentimos solos, olvidados y a merced de estos grupos armados”, denunció el mandatario. El hallazgo de la fosa confirma el grado de brutalidad con que operan las disidencias en el suroriente colombiano, y evidencia la urgencia de una acción estatal real en estos territorios.
