El político enfrenta una Nueva Acusación por el “Carrusel de Contratos” en Bogotá en la Corte Suprema
La Fiscalía General de la Nación anunció el 4 de junio de 2025 que presentará una nueva acusación contra Antonio Sanguino, ministro de Trabajo, por su presunta participación en el “carrusel de contratos” en Bogotá, tras retirar en mayo el cargo de tráfico de influencias por prescripción. Luz Adriana Camargo explicó que la inactividad prolongada en esa investigación llevó a la prescripción, pero otros delitos, como el incumplimiento de requisitos legales en contratos, siguen vigentes. El caso, que data de 2008 durante la alcaldía de Samuel Moreno, está ahora en la Corte Suprema de Justicia.
La investigación señala que Sanguino, entonces concejal de Bogotá, habría presionado para nombrar a Liliana Paternina como gerente del Hospital de Usme, con el objetivo de direccionar contratos, pactando una coima del 10% con el contratista Héctor Julio Gómez. La Fiscalía ajustará la acusación para evitar dificultades en el juicio, según Camargo, quien afirmó que no busca “favorecer a nadie”. Sin embargo, el proceso ha generado controversia: en mayo, el fiscal Jorge Velásquez pidió la preclusión parcial, lo que fue visto por críticos como un “salvavidas” para Sanguino.
La narrativa oficial de la Fiscalía insiste en que se trata de aplicar la ley, pero el manejo del caso levanta dudas. La demora de 16 años en el proceso, como señaló @Melquisedec70 en X, alimenta críticas de impunidad, mientras otros ven en la actuación de Camargo un intento de evitar un juicio débil. La propia Fiscalía ha sido cuestionada por su gestión en casos de corrupción, como el de la Ungrd en mayo de 2025, donde se señalaron contradicciones en su proceder, según Infobae.
Sanguino, quien se ha declarado inocente y afirmó en febrero que fue un denunciante del “carrusel”, enfrenta un proceso que coincide con la discusión de la reforma laboral en el Congreso, un momento clave para el Gobierno Petro. La Corte Suprema deberá decidir si los nuevos cargos son sólidos o si la prescripción de otros delitos debilitará el caso. Este proceso expone las fallas estructurales de la justicia colombiana en casos de corrupción de alto perfil.
La nueva acusación contra Sanguino podría marcar un precedente en la lucha contra la corrupción, pero también podría profundizar la percepción de impunidad si no se logra una condena. Mientras el ministro defiende su gestión, la ciudadanía espera que la Corte Suprema actúe con transparencia. ¿Será este caso un paso hacia la justicia o un ejemplo más de ineficiencia judicial?
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