El Excanciller Acusó al Presidente de Adicción a las drogas y Conductas Agresivas

Álvaro Leyva Durán publicó el 4 de junio de 2025 una carta de 15 páginas donde narra episodios desconocidos de Gustavo Petro, incluyendo uno en La Guajira el 26 de junio de 2023, durante una visita oficial con el gabinete ministerial. Según Leyva, Petro desapareció y fue “recogido en su propia mierda”, según testigos citados por el periodista Diego Santos y el anestesiólogo Jorge Córdoba, quienes describen una situación “escandalosa y desvergonzada”. Leyva, entonces ministro de Relaciones Exteriores, confirma que el presidente fue asistido por alguien en una “desafortunada madrugada”.

Otro episodio ocurrió en Florencia, Italia, en Piazza del Grano 20, donde testigos reportaron conductas agresivas de Petro, además de un incidente en la estación de tren Santa María Novella que Leyva describe como algo que “desearía nunca hubiera tenido lugar”. El excanciller critica a Petro por su “enfermedad” de larga data, sugiriendo que afecta su capacidad de gobernar, y lo reta a someterse a pruebas para desmentir las acusaciones de adicción. Leyva también cuestiona su falta de respeto a las Fuerzas Militares, recordando una aparición informal en guayabera blanca.

La narrativa oficial del Gobierno Petro ha minimizado estas acusaciones, tildándolas de ataques políticos. Sin embargo, esta es la tercera carta de Leyva contra Petro en 2025, tras misivas en abril y mayo donde ya lo acusó de drogadicción y desapariciones en París y Davos. En mayo, Petro respondió calificando a Leyva de “viejo decrépito” y sugiriendo un complot con la extrema derecha estadounidense, según reportes de El Colombiano. La falta de una respuesta oficial a esta última carta agrava las dudas sobre la estabilidad del presidente.

Las revelaciones de Leyva plantean serias preguntas sobre la salud y capacidad de Petro para liderar Colombia en un momento de crisis institucional. Si las acusaciones escalan a la justicia, podrían derivar en un proceso en el Senado por incapacidad física, según la Constitución; si se desestiman, Petro podría contraatacar legalmente por difamación. ¿Es esta carta una denuncia legítima o un intento de desestabilizar al Gobierno? La respuesta definirá el rumbo político del país.