El presidente convocó a los campesinos a movilizarse en el marco de su estrategia de seguir dividiendo un país peligrosamente polarizado
El presidente Gustavo Petro intensificó su estrategia de caos popular al convocar a los campesinos a tomar las carreteras en una “jornada campesina” que complemente las marchas urbanas del 1 de mayo, que reunieron a un millón de personas, según Semana. Desde La Gloria, Cesar, donde lideró la entrega de 1,919 hectáreas a familias rurales, Petro realizó otro discurso incendiario en el que afirmó que “el pueblo no puede bajar la frente” frente a quienes, según él, buscan “esclavizar el trabajo”, en referencia a la oposición a su consulta popular de 12 preguntas sobre reformas laborales, como la reducción de la jornada a 44 horas semanales a partir de julio 2025. De esta forma refuerza su apuesta por presionar con la amenaza de violencia al Senado, donde la consulta enfrenta resistencia.
La cronología del llamado muestra una estrategia calculada. El 1 de mayo, Petro radicó la consulta popular en el Senado tras unas marchas que fallaron en asistencia y no llenaron las expectativas del Gobierno en Bogotá, Cali y otras ciudades, acompañadas por figuras como Francia Márquez y Gustavo Bolívar. El 2 de mayo, en un evento de reforma agraria, lanzó el llamado campesino, insistiendo en un “acuerdo nacional”. El Senado tiene 30 días para votar, pero Petro, con apoyo limitado al Pacto Histórico, depende de la presión callejera.
Todos los derechos reservados El Pirobo news