Este viernes, una nueva masacre sacudió a Colombia. Nueve hombres fueron asesinados en el sector conocido como Minguillo, zona rural de Santa Rosa del Sur, Bolívar, en el marco de enfrentamientos entre grupos armados ilegales, específicamente el Clan del Golfo y el ELN.
Los cuerpos de las víctimas fueron trasladados al municipio de Montelíbano, Córdoba, donde permanecen en el hospital local para los procedimientos forenses y su identificación. Según informes preliminares, cinco cadáveres llegaron envueltos en sábanas y plásticos, mientras que otros cuatro vestían prendas de uso privativo de la fuerza pública, lo que ha generado interrogantes sobre su identidad y posibles vínculos con los grupos armados.
La disputa territorial entre el Clan del Golfo y el ELN se centra en controlar esta estratégica zona que conecta el sur de Córdoba, el Bajo Cauca antioqueño, el nordeste de Antioquia y el sur de Bolívar. Esta región ha sido escenario de constantes enfrentamientos que han desatado una grave crisis humanitaria, afectando directamente a las comunidades locales.
Esta masacre en Santa Rosa del Sur es la quinta registrada en el año, destacándose otros hechos violentos recientes en Puerto Tejada, Cauca, y Tibú, Norte de Santander. En el Catatumbo, los enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las Farc han dejado más de 30 muertos y desplazamientos masivos.
La Defensoría del Pueblo ha emitido múltiples alertas sobre el riesgo en estas zonas. Iris Marín, defensora del Pueblo, enfatizó: “Lo que se está presentando en el Catatumbo es de extrema gravedad. La Defensoría había alertado varias veces y emitido una alerta de inminencia en noviembre. Hoy vemos su consumación.”
En Puerto Tejada, tres hombres fueron asesinados y sus cuerpos encontrados en un cañaduzal, mientras que en el Catatumbo se reportan líderes sociales asesinados, heridos y secuestrados, además de una crisis humanitaria que afecta a niños y personas con discapacidades.
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