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La necropsia reveló que la menor de 10 años, desaparecida el 12 de agosto en Cajicá y hallada muerta 17 días después, habría perdido la vida el mismo día en que fue vista por última vez. El caso sigue bajo investigación.
La tragedia de Valeria Afanador, la niña de 10 años desaparecida durante 17 días en Cajicá, Cundinamarca, sigue estremeciendo al país. Su cuerpo sin vida fue hallado el pasado 29 de agosto flotando en el río Frío, pero el informe de Medicina Legal entregó un dato clave: la menor habría muerto el 12 de agosto, el mismo día en que fue vista por última vez al salir de su colegio.
El dictamen forense señala que los fenómenos cadavéricos encontrados en el cuerpo coinciden con la fecha inicial de desaparición. “Los fenómenos cadavéricos presentados en el cuerpo de la niña se aproximan a la fecha de desaparición del 12 de agosto. Es decir, la ventana de muerte y el intervalo post mortem son cercanos en fecha”, indicó el reporte conocido por la Fiscalía General de la Nación.
El informe agrega que el cadáver estuvo expuesto durante varios días en condiciones extremas: en un pantano y en contacto con agua y material biológico en descomposición, lo que complicó aún más el estado del cuerpo. No obstante, la conclusión preliminar es contundente: Valeria murió en la misma fecha en que se reportó su desaparición.
La revelación generó nuevas preguntas sobre el operativo de búsqueda. Más de 200 rescatistas especializados recorrieron desde el primer día la cuenca del río Frío y zonas aledañas, sin hallar rastros de la menor. El gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, cuestionó públicamente las circunstancias del hallazgo: “Quienes participaron en ellas aseguran que resulta improbable que el cuerpo hubiese estado allí desde entonces”, declaró, sugiriendo que el cuerpo pudo haber sido movido o colocado en ese lugar posteriormente.
Por ahora, la Fiscalía mantiene abierta la investigación para esclarecer no solo las causas exactas del fallecimiento, sino también las circunstancias que rodearon la desaparición y la tardía localización del cuerpo. Una de las principales hipótesis que deberá resolverse es si hubo encubrimiento o negligencia que impidió dar con el paradero de Valeria antes de que la tragedia se consumara.
“Los fenómenos cadavéricos se aproximan a la fecha de desaparición del 12 de agosto”, concluyó el informe de Medicina Legal.
