Una solicitud presentada por dos sindicatos liderados por Carlos Sánchez Grass pidió la pérdida de investidura de Miguel Uribe Turbay por supuestamente usar su cargo para hacer proselitismo. La Corte inadmitió la demanda, pero el escándalo político quedó sobre la mesa.
En medio de la recuperación de Miguel Uribe Turbay tras el atentado del que fue víctima recientemente —perpetrado por un menor de edad—, un nuevo capítulo judicial surgió esta semana, generando controversia en el país. El Consejo de Estado inadmitió una demanda de pérdida de investidura contra el senador, radicada por la Confederación Unión de Trabajadores de Colombia (UTC) y el Sindicato de Servidores Públicos del Ministerio de Defensa, Fuerzas Militares y Policía Nacional (Sinsergen).
La demanda fue liderada por Carlos Alberto Sánchez Grass, presidente de ambas organizaciones sindicales, quien argumentó que el senador del Centro Democrático había incurrido en una violación al régimen de inhabilidades e incompatibilidades al promover supuestamente su aspiración presidencial desde el Congreso.
El despacho del magistrado Luis Alberto Álvarez Parra, actual presidente del Consejo de Estado, inadmitió el estudio de la demanda y dejó sin efecto el intento de que se declarara la «muerte política» de Uribe Turbay. Pese a ello, la solicitud despertó intensas reacciones, tanto por el momento en el que se presentó —cuando el senador aún se encuentra en recuperación— como por los argumentos utilizados.
Sánchez Grass y sus sindicatos aseguraron que el congresista “utilizó su cargo para hacer proselitismo” y que su “acto de imprudencia generó consecuencias de ataque a su propia humanidad, pero no lo exime de responsabilidad, así sea senador”. Este razonamiento fue uno de los más criticados por la opinión pública.
Pero, ¿quién es Carlos Sánchez Grass? Es un líder sindical con largo historial de confrontación política. Desde sus plataformas como presidente de la UTC y Sinsergen, ha sido un crítico constante de los gobiernos de Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos e Iván Duque. En redes sociales como YouTube y TikTok, mantiene una postura activista en temas laborales, empresariales y de seguridad social, convirtiéndose en una figura controvertida dentro del sindicalismo colombiano.
En su cuenta de Facebook, Sánchez Grass defendió su decisión de presentar la demanda afirmando que si los congresistas tienen derecho a oponerse a los proyectos que beneficien a los trabajadores, él tiene derecho a iniciar acciones legales.
“Yo no tengo derecho a demandar la investidura de un senador que se ha opuesto siempre a brindarle derechos a trabajadores. Este mundo está al revés”, escribió.
La demanda fue sustentada bajo el argumento de que Uribe Turbay habría incurrido en la causal de “pérdida de investidura consagrada en el artículo 183, numeral 1º de la Constitución Política”, por hacer política en un evento donde la ley lo prohíbe.
En entrevista con Semana, Sánchez Grass reafirmó que no se arrepiente de haber liderado la acción jurídica, argumentando que el sindicalismo debe tener una postura integral frente a lo público:
“Desde las sociedades sindicalistas realizamos varias acciones jurídicas porque entendemos el sindicalismo en todo lo que compete”, afirmó.
Aunque el Consejo de Estado ya inadmitió el proceso, el episodio deja en evidencia el creciente enfrentamiento entre sectores sindicales y figuras del espectro político tradicional como Miguel Uribe, en un contexto de alta polarización nacional.
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