La gobernadora del Valle del Cauca enfrenta la desinformación en medio de temores sanitarios que crecen en todo el país
La gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, hizo un pronunciamiento contundente para apagar los rumores que encendieron las alarmas en la región: «Fiebre amarilla no hay en el Valle, no existe, no hay ni el primer caso.» Su declaración, emitida desde Cali, buscó calmar a una población inquieta por publicaciones en redes sociales que advertían sobre un supuesto brote de la enfermedad. Según la Secretaría de Salud departamental, no hay evidencia de casos confirmados, y el sistema de vigilancia epidemiológica no reporta alertas.
El origen de los rumores no está claro, pero fuentes locales apuntan a mensajes virales en WhatsApp y Twitter que, desde abril de 2025, alertaban sobre casos en zonas rurales del Valle. Estos mensajes, sin pruebas, generaron pánico en municipios como Buga y Tuluá, donde algunos ciudadanos acudieron masivamente a centros de salud exigiendo vacunas. La Secretaría de Salud confirmó que el 85% de la población del departamento está inmunizada contra la fiebre amarilla, gracias a campañas sostenidas desde 2016, tras un brote en otras regiones del país. Además, el Valle cuenta con 1.200 puntos de monitoreo epidemiológico, lo que refuerza la capacidad de detección temprana.
A finales de abril, los rumores comenzaron a circular; el 30 de abril, la gobernadora recibió reportes de ansiedad ciudadana, por esta razón la Gobernadora hizo un comunicado público. Este no es el primer caso de desinformación sanitaria en Colombia. En 2020, rumores sobre el COVID-19 generaron compras de pánico, y en 2019, falsas alertas sobre el sarampión tensionaron el sistema de salud.
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