La víctima, de 32 años, fue rescatada por bomberos tras prender fuego a la vivienda. Vivía encerrado desde su infancia.
El 17 de febrero de 2025, un incendio en una vivienda de Waterbury, Connecticut, reveló una de las historias más estremecedoras de abuso doméstico en la historia reciente de Estados Unidos. Un hombre de 32 años fue hallado en estado de extrema desnutrición, pesando apenas 30 kilos, tras prender fuego a su casa para escapar de su madrastra, quien lo había mantenido encerrado en una pequeña habitación desde los 11 años.
La mujer, identificada como Kimberly Sullivan, fue detenida y luego liberada bajo una fianza de 300.000 dólares. Alegó que el joven tenía libertad para salir de la habitación, aunque la policía encontró una puerta asegurada con madera contrachapada y candado. El cuarto tenía apenas 2,5 metros cuadrados, sin luz, sin acceso a alimentos adecuados, atención médica o higiene.
Durante la investigación, salieron a la luz reportes ignorados por el Departamento de Niños y Familias de Connecticut. Documentos revelaron al menos 20 alertas hechas por la escuela primaria que fueron desatendidas. Incluso el niño fue entrevistado por funcionarios en dos ocasiones, pero dijo estar bien, posiblemente bajo amenazas.
La víctima ahora enfrenta un proceso de recuperación física y psicológica. El caso ha generado una ola de indignación y cuestionamientos al sistema de protección infantil en EE.UU., que durante años ignoró las señales de alarma.
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