Natalia Loaiza Orozco, una joven madre de 29 años, fue torturada y asesinada en Copacabana, Antioquia, tras aceptar un servicio de transporte. Las autoridades investigan una peligrosa banda detrás del crimen.
El Valle de Aburrá está conmocionado tras el hallazgo del cuerpo sin vida de Natalia Loaiza Orozco, una conductora de aplicación de 29 años, quien fue brutalmente asesinada luego de aceptar un servicio de transporte hacia el norte del departamento de Antioquia. El hecho ocurrió en la madrugada del miércoles 18 de diciembre de 2024 y ha encendido las alarmas sobre la seguridad de los trabajadores que operan en plataformas tecnológicas.
Según el reporte policial, el cuerpo de Natalia fue encontrado al interior de una finca en la vereda El Noral, Copacabana. La joven estaba amarrada de pies y manos, y presentaba signos de tortura. Su vehículo, un Ford Fiesta de color vinotinto, fue hallado posteriormente en los alrededores de la Plaza de Mercado de Copacabana con las placas cambiadas. Dos personas fueron detenidas a bordo del automóvil y se encuentran bajo custodia mientras se esclarece su participación en el crimen.
La última ubicación del vehículo fue registrada por cámaras de seguridad en la glorieta de Solla a las 2:00 a. m., antes de que desapareciera junto con Natalia, quien vivía en el municipio de Sabaneta y era madre de dos hijos pequeños. La joven trabajaba arduamente para sacar adelante a su familia.
El asesinato de Loaiza se suma a una preocupante serie de ataques contra conductores de aplicaciones en la región. En los últimos 13 meses, 12 trabajadores de estas plataformas han perdido la vida en circunstancias similares. Los crímenes han generado temor entre los conductores, quienes señalan que aceptar pagos en efectivo aumenta su vulnerabilidad frente a bandas criminales.
La Policía investiga una posible estructura delincuencial dedicada al robo de vehículos y agresiones contra conductores. Según los informes preliminares, los atacantes podrían pertenecer a grupos delictivos que operan en la comuna 4 de Medellín, conocida como Aranjuez.
La trágica muerte de Natalia ha generado indignación en la comunidad, que exige medidas inmediatas para garantizar la seguridad de los conductores de aplicaciones. Organizaciones civiles y gremios han solicitado mayor control en las plataformas, restricciones a los pagos en efectivo y protocolos de seguridad más estrictos.
Mientras tanto, la familia de Natalia y la comunidad esperan justicia. “Esto no puede seguir sucediendo. Natalia trabajaba día y noche para mantener a sus hijos. Exigimos respuestas y protección para todos los conductores que enfrentan este peligro a diario”, expresó un familiar cercano.
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