Una comunidad devastada hizo justicia por mano propia. El asesino murió a causa de las heridas propinadas por la comunidad.
Jamundí, en el Valle del Cauca, vive una de sus tragedias más dolorosas tras la muerte de Salomé, una niña de 5 años que fue lanzada desde un tercer piso por su propio padre. El hecho ocurrió en el conjunto residencial Torres de Alamadina, donde Jhon Jairo Manyoma, en medio de un aparente ataque de ira, cometió el atroz acto.
Vecinos intentaron lincharon al hombre qué murió horas después producto de las heridas. Las autoridades confirmaron que Manyoma tenía antecedentes por consumo de drogas y problemas psiquiátricos. La comunidad, sin embargo, no entiende cómo nadie pudo prevenir este desenlace.
La tragedia ha afectado profundamente a los habitantes del sector, especialmente a los niños que presenciaron el crimen. Líderes locales y vecinos han solicitado atención psicológica urgente para ayudar a superar el trauma colectivo.
Este caso ha reabierto el debate sobre el cuidado infantil y la necesidad de fortalecer las redes de apoyo para prevenir este tipo de tragedias en el futuro.
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