La gobernadora del Valle del Cauca respondió con dureza a Duvalier Sánchez, a quien acusó de ser un “webcamer” del Congreso. El rifirrafe expuso el acoso digital y la persecución política que el parlamentario mantiene en su contra.

El cruce entre la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, y el representante a la Cámara Duvalier Sánchez volvió a encender las redes sociales. El congresista lanzó una invitación pública a Toro para asistir a un debate de control político este miércoles 17 de septiembre, pero la respuesta de la mandataria departamental no se hizo esperar. En un mensaje directo y contundente, Toro lo calificó de “webcamer” del Congreso, agregando que “no estudias, no entiendes”, en clara alusión a lo que considera una falta de preparación y seriedad del parlamentario.

Este episodio no es aislado. Sánchez ha usado sus plataformas digitales para lanzar constantes señalamientos contra la gobernadora, en lo que se ha convertido en una campaña de hostigamiento digital disfrazada de control político. En lugar de centrar sus esfuerzos en construir debates con argumentos, el congresista ha optado por la descalificación y la provocación, generando ruido más mediático que institucional. La invitación al debate de control político, más que un ejercicio democrático, terminó siendo percibida como un intento de acorralar a la mandataria y ganar protagonismo en redes sociales.

Dilian, quien ha defendido su gestión con hechos y cifras desde la Gobernación del Valle, reaccionó con la misma firmeza con la que ha enfrentado otras embestidas políticas. La mandataria no se quedó callada ante los ataques y desenmascaró la estrategia de Sánchez, que recurre a los reflectores digitales para presentarse como fiscalizador mientras evade la responsabilidad de construir soluciones concretas en el Congreso.

Las reacciones no se hicieron esperar. Varios usuarios señalaron que la actitud del representante raya en el acoso político y digital, y que la gobernadora tiene razón en cuestionar la falta de argumentos y preparación de quien, desde su curul, debería elevar el nivel del debate público. Lo que debería ser un espacio de control político se convirtió en un nuevo capítulo de persecución personal que refleja la degradación del discurso político en el país.

La respuesta de la Gobernadora marca un precedente: no cederá ante el hostigamiento sistemático de Duvalier Sánchez ni ante la estrategia de transformar las redes sociales en un escenario de linchamiento digital. Su frase “no estudias, no entiendes, eres simplemente un webcamer del Congreso” se convirtió en símbolo de resistencia frente a una política de ataques mediáticos que, lejos de fortalecer la democracia, solo alimenta la polarización y la desinformación.