Gustavo Petro se enfrenta a nuevas críticas tras revelar que en su visita oficial a París en 2023 se reunió con actores de porno gay, lo que ha levantado un manto de dudas sobre la transparencia de su agenda ya cuestionada por las declaraciones del excanciller Álvaro Leyva.

Gustavo Petro volvió a generar polémica tras las revelaciones de su visita oficial a París en junio de 2023. Aunque el mandatario había asegurado en su momento que durante ese viaje estuvo compartiendo tiempo con su hija y nietas, nuevos detalles ofrecidos por él mismo reavivaron las dudas sobre lo que realmente ocurrió en esos dos días de agenda oficial en la capital francesa. Según su versión inicial, Petro había pasado su tiempo con su familia, pero las declaraciones de su hija, Andrea Petro, y las de su excanciller Álvaro Leyva dejaron entrever que había algo más en esos días de ausencia.

En una carta enviada por Leyva tras su salida del Gobierno, el excanciller sugirió que el presidente estuvo «perdido» durante ese tiempo, añadiendo que incluso podría estar enfrentando problemas personales no resueltos, como los relacionados con el consumo de drogas. Este comentario de Leyva abrió la puerta a una serie de especulaciones sobre la verdadera razón de la desaparición de Petro en París, lo que llevó a que se formularan varias preguntas sin respuesta.

Recientemente, en un giro inesperado, el presidente Petro salió a defender sus acciones, revelando que durante ese tiempo en París se reunió con Juan Carlos Florián, un actor porno homosexual y activista político, así como con Alejandra Umaña (conocida como Amaranta Hank), quien también tiene un pasado en el mundo del entretenimiento para adultos. Según Petro, las reuniones estuvieron centradas en discusiones sobre literatura, particularmente sobre el filósofo Karl Marx.

“Estuve hablando con ellos de Marx, si quieren saber qué hacía en París, con el libro de Marx, subrayado por mí, porque me lo he leído dos veces”, explicó Petro en su intervención pública. Además, defendió a Florián y Umaña, mencionando que no se les permitió acceder a cargos públicos debido a su pasado en la industria del entretenimiento para adultos. Según el presidente, estos trabajos en el sector del webcam son una forma de «nueva esclavitud», donde las trabajadoras se ven explotadas y maltratadas.