Un crimen estremecedor ha conmocionado a la pequeña población de Zarzal, en el norte del Valle del Cauca. En la madrugada del 8 de julio, una abuela de 70 años y su nieto de 16 fueron asesinados a tiros en lo que parece ser un ataque directo. La comunidad está desconcertada y exige respuestas, mientras las autoridades investigan la posible relación de este crimen con una reciente denuncia hecha por el menor, relacionada con las condiciones de un espacio deportivo en el municipio.
Zarzal, un municipio de menos de 50.000 habitantes, se vio sacudido por un crimen brutal que dejó en shock a sus residentes. El 8 de julio, en horas de la madrugada, dos miembros de la misma familia fueron asesinados a tiros: Leonor Vera Bohórquez, una mujer de 70 años, y su nieto de 16, cuyos nombres aún resuenan en los oídos de la comunidad. La mujer, quien vivía en Tuluá, pero se encontraba de visita en Zarzal, murió instantáneamente tras recibir los disparos, mientras que su nieto fue trasladado a un centro médico, aunque no logró sobrevivir a las heridas.
Este ataque no solo ha dejado un vacío en la familia, sino también en toda la comunidad zarzaleña, que se pregunta, con angustia, “¿por qué?”. En medio del dolor, la policía local y las autoridades municipales están tratando de esclarecer el móvil detrás del crimen, mientras la comunidad exige respuestas inmediatas.
La coronel Sandra Liliana Rodríguez, comandante de la Policía del Valle, expresó su consternación y anunció que la investigación está en marcha. “A una residencia llegan unos individuos armados quienes lesionan gravemente a una mujer y a un menor de 16 años, la mujer desafortunadamente fallece de inmediato en el lugar. El menor fue trasladado hasta un hospital y posteriormente falleció. Nosotros esperamos información oportuna de la misma comunidad para que nos permita dar con los responsables de este hecho que hoy enluta a Zarzal”, explicó en una declaración a Blu Radio.
El alcalde de Zarzal, Alexander Gómez, convocó un consejo de seguridad extraordinario, en busca de esclarecer el caso. Mientras tanto, las investigaciones apuntan a un posible móvil relacionado con un video reciente grabado por el adolescente, en el cual expresaba su inconformidad con las condiciones para practicar deporte en el municipio. En el video, el menor lamentaba que no se les permitiera entrenar en la cancha del Ferrocarril y se quejaba de las malas condiciones de otras instalaciones. En la grabación, pedía apoyo a la Alcaldía para un terreno mejor.
Es posible que este descontento haya tenido algo que ver con el crimen, o bien que haya sido usado como excusa para un ataque más complejo, enmarcado en el contexto de tensiones locales. La pregunta, sin embargo, es si realmente un conflicto deportivo, o algo tan aparentemente insignificante, puede derivar en una tragedia de esta magnitud.
Lo que deja más interrogantes es el hecho de que, a pesar de ser un municipio con base militar y un comando de policía local, Zarzal haya sido escenario de tal violencia. La comunidad se pregunta cómo es posible que un crimen tan brutal ocurra en un lugar que, en teoría, debería ser más seguro. En redes sociales, algunos habitantes del municipio han expresado su desconcierto. “No tiene sentido que en un municipio que cuenta con una base militar ocurran este tipo de hechos. Resulta incomprensible. Municipio violento”, comentó uno de los zarzaleños.
Todos los derechos reservados El Pirobo news