El ministro Pedro Sánchez expresó su incomodidad tras haber estado en el evento «Paz Urbana» junto a peligrosos cabecillas de bandas de Medellín. Aclaró que su presencia no significa aval y reafirmó su compromiso de aplicar la ley con contundencia.

El evento de “Paz Urbana”, liderado por el presidente Gustavo Petro en Medellín, ha causado un fuerte revuelo nacional por reunir en una misma tarima al mandatario, funcionarios del Gobierno, congresistas, líderes sociales, víctimas del conflicto y varios de los más temidos jefes criminales de la capital antioqueña.

El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, quien también estuvo presente en la polémica tarima, decidió romper el silencio este miércoles y aclarar su postura frente a lo sucedido. En entrevista con Blu Radio, Sánchez manifestó que su participación no fue sin incomodidad: “Cuando llegué al sitio, sentí un poco de indignación, pero también, por otro lado, veía que hace parte de los procesos que el Gobierno nacional ha decidido adelantar”.

En el evento estuvieron presentes reconocidos cabecillas de la estructura criminal conocida como La Oficina, responsables de masacres, secuestros, extorsiones, tráfico de drogas y asesinatos selectivos. Estas personas compartieron escenario con autoridades del más alto nivel en plena plaza La Alpujarra, centro administrativo de Medellín. La escena generó repudio en múltiples sectores, que consideran que se dio voz a quienes han sembrado el terror durante años.

El ministro aclaró que su labor no es negociar con criminales, sino hacer cumplir la ley: “Yo no soy quien negocia eso. Como ministro de Defensa Nacional, la misión la tengo muy clara, y nuestros hombres también. He entregado la bandera de Colombia a familias de militares y policías que han muerto defendiendo a colombianos, incluso la de mi hermano, que murió defendiendo al país”.

Sánchez expresó su desconcierto al ver a los criminales hablar ante la ciudadanía, pero enfatizó que su presencia fue para dejar un mensaje de legalidad y firmeza: “Estos grupos o se someten a la justicia o serán capturados o abatidos si se oponen con resistencia letal; no vamos a tener duda en aplicar todo el peso de la ley”. Aseguró que ningún proceso del Ejecutivo puede vulnerar el deber de las Fuerzas Militares y la Policía: preservar la seguridad y la legalidad.

Por último, el ministro envió un mensaje a los familiares de las víctimas del conflicto urbano: “A las familias que pueden sentir de alguna manera indignación, sepan que corresponde a un proceso del Gobierno. A mí me compete hacer respetar la ley. No vamos a descansar hasta recuperar la seguridad en nuestro territorio”.