La Cámara de Representantes recibió una moción de censura contra el ministro del Interior, Armando Benedetti, con el respaldo de 28 congresistas que lo acusan de graves faltas, amenazas, abuso de poder y posibles vínculos con estructuras de corrupción.

En medio de un ambiente tenso en el Congreso, el representante José Jaime Uscátegui (Centro Democrático) radicó oficialmente una moción de censura contra el ministro del Interior, Armando Benedetti. La iniciativa cuenta con el apoyo de 28 congresistas de partidos como Centro Esperanza, Cambio Radical, Conservador, Alianza Verde, Nuevo Liberalismo e independientes.

Las razones para dicha moción incluyen las declaraciones “inaceptables” de Benedetti tras el hundimiento de la reforma laboral, que según los congresistas, constituyen amenazas veladas a legisladores e intentos de manipular la opinión pública a través de la intimidación. “Ellos son los que se quedan con la plata, ellos son los que van a perder”, dijo el ministro en una declaración reciente, generando una ola de críticas por su tono agresivo y populista.

Además, los promotores de la moción señalan presuntos vínculos del ministro con estructuras clientelistas. La llegada de Jaime Luis Berdugo Pérez, presunto representante del Clan Torres, como viceministro del Interior, encendió las alarmas en el Congreso, pues dicha estructura tendría millonarios contratos estatales. También se advierte que Benedetti podría usar su poder para interferir en investigaciones internas de Cancillería por violencia de género, y en la extradición de Diego Marín Buitrago, alias «Papá Pitufo».

La protesta simbólica en el Congreso, en la que varios representantes usaron máscaras de pitufos azules, marcó el inicio de esta ofensiva política. Con pancartas que decían “Juicio Político”, exigieron que el ministro rinda cuentas ante la nación y la Cámara de Representantes defina una fecha para el debate.

La moción busca enviar un mensaje contundente: “Vamos a decirle no a la corrupción, no a la ‘pitufopolítica’, no a los abusos de autoridad”, afirmó Uscátegui. La votación se perfila como una prueba clave para medir la independencia del Congreso frente a un gobierno en crisis.