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Los 80 carrotanques, que debían llevar agua a La Guajira, terminaron abandonados en un batallón, presentando oxidación, abolladuras y sobrecostos de 7.700 millones de pesos.
La Procuraduría General de la Nación, en una inspección reciente, encontró que varios de los carrotanques presentaban daños significativos, como motobombas oxidadas, abolladuras en los tanques de agua y acumulación de polvo y arena en los chasises. Estos vehículos fueron adquiridos en un contrato multimillonario supuestamente para suministrar agua a comunidades vulnerables de La Guajira, según dijo en uno de sus discursos populistas Gustavo Petro, pero el proyecto ha estado marcado por la aberrante corrupción «en el gobierno del cambio».
El contrato original, valorado en 46.800 millones de pesos, incluía sobrecostos multimillonarios, lo que desató el peor escándalo de corrupción de un Gobierno de Colombia en los últimos 20 años y que puso tras las rejas a reconocidos políticos petristas como Olmedo López, exdirector de la UNGRD, Sneyder Pinilla y Sandra Ortiz, todos del círculo más cercano de Gustavo Petro. Durante meses, los carrotanques permanecieron inactivos debido a la falta de pólizas de seguro, problema que fue resuelto recientemente con la adjudicación de un contrato de aseguramiento por 1.600 millones de pesos.
Según Carlos Carrillo, actual director de la UNGRD, los carrotanques serán sometidos a mantenimiento antes de ser enviados a las regiones que requieren sus servicios. Sin embargo, los daños encontrados en la inspección han generado dudas sobre su funcionalidad y capacidad para cumplir con su propósito.
La corrupción detrás de este caso no solo refleja la ineficiencia en la gestión de recursos públicos por parte del gobierno Petro, sino también su falta de transparencia en la contratación. Billones de pesos se encuentran desaparecidos o sin ejecutar en los diferentes ministerios mientras Petro, sin ninguna vergüenza, acusa a la oposición de falta su de recursos para justificar su propia incapacidad y la naturaleza corrupta de su gobierno, que actualmente cuenta con menos de un 30% de aceptación dentro de la sociedad colombiana.
