La final de la Copa BetPlay estuvo marcada por el caos y la violencia. La Fiscalía investiga lesiones personales y daños en el estadio.
La final de la Copa BetPlay entre América de Cali y Atlético Nacional, disputada el domingo 15 de diciembre, se convirtió en escenario de disturbios y caos en el estadio Pascual Guerrero. La fiscal general, Luz Adriana Camargo, anunció la apertura de una investigación preliminar centrada en los delitos de lesiones personales y daño en bien ajeno, aunque no se descarta agregar más cargos conforme avancen las indagaciones.
La violencia inició en el minuto 85 del partido, cuando un grupo de hinchas ingresó al terreno de juego, obligando a los jugadores y árbitros a retirarse a los vestuarios. En medio del caos, se lanzaron objetos contundentes, se dañaron instalaciones del estadio y hubo ataques a los uniformados. La situación llevó a la suspensión definitiva del juego, concluyendo con el título de Nacional por un global de 3-1.
A raíz de los disturbios, los jugadores de Atlético Nacional fueron escoltados en una tanqueta de la Policía hasta el aeropuerto, una imagen que evidenció la gravedad del orden público. Los videos de los futbolistas pidiendo no detenerse en los semáforos se viralizaron en redes sociales, mostrando el impacto de la situación.
«La violencia en los estadios no puede ser normalizada ni permitida. Los responsables deberán enfrentar las consecuencias judiciales.” – fiscalía general.
La Fiscalía reiteró su compromiso con esclarecer los hechos y garantizar sanciones ejemplares para los responsables de los desmanes. La violencia en los estadios aseguró la entidad, no puede ser tolerada, y cualquier acto que ponga en riesgo la seguridad pública será judicializado.
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