Publicado por admin on octubre 18, 2025 A tres años del mandato de Gustavo Petro, la política de drogas sigue atrapada entre discursos idealistas y la realidad de las zonas cocaleras controladas por grupos armados. Ana María Rueda, analista de la FIP, sostiene que la estrategia de sustitución es inviable sin una política de seguridad articulada. Además, cuestiona el silencio del gobierno frente a la regulación de la hoja de coca y el estancamiento del desarrollo rural, pilares que debían reemplazar la fallida “guerra contra las drogas”