Una nueva caravana de 1,500 personas inició su travesía desde Tapachula, México, desafiando riesgos y políticas migratorias para ingresar de forma ilegal en los Estados Unidos de Norteamérica

El 20 de noviembre, una nueva caravana de migrantes, conformada por más de 1,500 personas, partió desde Tapachula, Chiapas, con la intención de llegar a la frontera sur de Estados Unidos. Este movimiento busca cruzar antes de la toma de posesión de Donald Trump, quien ha prometido endurecer las políticas migratorias.

La travesía de casi 1,800 kilómetros presenta múltiples retos: altas temperaturas, deshidratación y amenazas de cárteles. La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, anunció que el país está listo para recibir a deportados si las promesas de Trump se cumplen, enfatizando la necesidad de soluciones humanitarias.

La migración no solo plantea un desafío político, sino también humanitario. La comunidad internacional observa con atención este fenómeno, mientras miles de personas buscan una vida mejor, desafiando riesgos y adversidades.