El presidente Gustavo Petro criticó la decisión de Estados Unidos de elevar a US$50 millones la recompensa por la captura de Nicolás Maduro, defendiendo la cooperación venezolana en la lucha contra el narcotráfico y pidiendo respeto a la soberanía.

Estados Unidos anunció este jueves la duplicación de la recompensa por información que conduzca a la captura de Nicolás Maduro, pasando de US$25 millones a US$50 millones. La fiscal general Pam Bondi señaló que se trata de la mayor recompensa en la historia del país, incluso por encima de la ofrecida por Osama bin Laden tras los atentados del 11 de septiembre. Bondi acusó al mandatario venezolano de ser “uno de los mayores narcotraficantes del mundo” y de coordinarse con grupos como el Tren de Aragua y el Cartel de Sinaloa para introducir drogas y violencia en Estados Unidos. Según la DEA, se han incautado 30 toneladas de cocaína vinculadas a Maduro, incluyendo casi siete toneladas relacionadas directamente con él, además de más de US$700 millones en activos.

La decisión fue respaldada por figuras políticas estadounidenses como los congresistas Mario Díaz-Balart y María Elvira Salazar, quienes calificaron a Maduro como “narcodictador” y “peligrosa amenaza para la seguridad nacional”. Por su parte, el secretario de Estado Marco Rubio reiteró que Maduro lidera el “Cártel de los Soles”. El gobierno venezolano respondió por medio de su canciller Yvan Gil, quien tildó la recompensa de “patética” y acusó a Washington de propaganda política.

Desde Colombia, el presidente Gustavo Petro rechazó la medida. “No creo que la solución de los problemas políticos de los venezolanos pase por poner dinero para matar o capturar líderes políticos”, escribió en X. El mandatario defendió su posición asegurando que ha recibido “apoyo contundente” de Nicolás Maduro y del general Vladimir Padrino para combatir grupos narcotraficantes en la frontera colombo-venezolana.

Petro planteó que la salida para Venezuela debe ser un “diálogo abierto” que lleve a “elecciones libres” y no la persecución política. Además, propuso una estrategia integral contra el narcotráfico que incluya descriminalizar a campesinos, indígenas y jóvenes excluidos, así como la legalización de sustancias menos peligrosas para concentrar esfuerzos en las más dañinas. El mandatario cerró afirmando que “el camino de Venezuela es la libertad política y la plena soberanía” y sugirió avanzar hacia una “confederación de la Gran Colombia de nuestros tiempos”.