Su valentía salvó una vida, pero su sacrificio dejó una herida imborrable: Alejandro solo conservaba la cabeza y algunas extremidades tras ser hallado.
El pasado 20 de abril, Alejandro Cortez González, de apenas 20 años, protagonizó un acto de valentía que le costó la vida.
Al ver que una amiga era arrastrada violentamente por las olas, Alejandro no dudó: se lanzó al mar para intentar rescatarla. La joven sobrevivió gracias a su esfuerzo, pero él no logró regresar.
Días después, pescadores hallaron su cuerpo en condiciones desgarradoras: sólo su cabeza y algunas extremidades permanecían, producto del ataque de la fauna marina.
La tragedia estremeció a la comunidad y a las redes sociales, que han rendido homenaje al joven héroe. Su sacrificio recuerda que el valor y el amor al prójimo aún existen, incluso cuando cobran el precio más alto.
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